Tuesday, February 14, 2006

Argentinos en Nueva York

No, nosotros no somos iguales a ellos, los argentinos nunca nos sentimos demasiado cómodos en eso de ser igualados, pasteurizados y ecualizados con aquellos a quienes juzgamos inferiores, aquellos que hablan español y no castellano como nosotros. Por eso la incomodidad del argentino en Nueva York que es puesto en pie de igualdad respeto de los otros latino-americanos del centro y del sur que quieren hacerse la América en América. Los demás, los otros, de color y talla más ilegitima, esos sí son hispanics. Cuando el porteño manhattanizado o brooklynizado se refiere a los hispanics lo hace con ese mismo dejo de desdén con que el porteño hablaba antes de los pardos, o de los grasas, o de los bolitas, o de los del interior. Los argentinos no, los argentinos somos porteños, y si no se es porteño se es visto como tal o se le termina pareciendo. La única percepción que existe del argentino en NYC es la impresión que deja el porteño. Quizás Jauretche no tenía razón cuando entre las zonceras citaba la típica autodenigración del argentino. Más bien, depende de quien se trate, lo que abunda es una funesta mezcla de denigración y adulación bastante esquemática. Denigración sí, pero hétero más que auto. Los hispanos sufren pero también ignoran el secreto desprecio de los argentinos muchas veces disfrazado de corrección política. Los argentinos, en su blancura gozan de la confusión e ignorancia geográfica norteamericana; un mexicano, un salvadoreño, un boricua o un dominicano, son más o menos claramente hispanics, el argentino engaña, goza bobamente cuando se lo confunde con italiano, griego, francés, o incluso español, y explica gansamente eso de que los mexicanos descienden de los aztecas, los peruanos de los incas y los argentinos de los barcos. Si el argentino en cuestión es más sofisticado, bueno en fin, –cuándo no– cita a Borges y dice algo así como “lo que pasa es que nosotros los argentinos somos y fuimos el faro cultural de Hispanoamérica, cuando México no publicaba o en España Franco lo prohibía todos nosotros éramos cuna y destino de toda forma de arte, distinción, e intelectualidad, eso es lo que pasa, somos los verdaderos y quizás únicos y últimos cosmopolitas, porque además de mamar las tradiciones intelectuales de todas y cada una de las tradiciones europeas y norteamericanas, tuvimos y tenemos las propias, por eso somos tan inteligentes, y tan bonitos y tan tan todo eso y mucho más”. El o –preferentemente– la interlocutora de turno responderá con sus “Ohs” y a sus “Ahs”, confirmando para el argentinito la verdadera nacionalidad de Dios. Sin embargo ser argentino en Nueva York no es lo que era. Ya no hay respecto, che. Durante la crisis, es decir la crisis de diciembre que se llevó puesto a De la Rúa, a Rodríguez Saa y dio lugar a Duhalde, fue quizás el momento más mediático de la Argentina; allí tuvimos nuestros 15 warholianos minutos en la pantalla chica norteamericana, y los programas de medianoche y humorísticos de Jay Leno, David Letterman, o Saturday Night Live, se daban algunas panzadas con chistes sobre un país que no conocían pero del que se habían enterado que cambiaba de presidente como de calzoncillo y eso nos puso en el mapa del ridículo. Algo es algo, al menos estábamos cartografiados, una forma menor de existencia, pero existencia al fin, lo que no es poco. En esos días los chistes sobre argentinos del tipo “¿cómo se suicida un argentino? Saltando de su propio ego” fueron sustituidos por bromas donde “viene un argentino de lavacopas a Miami y...” En fin, nuestro argentino no está muy feliz por el cambio, siempre fue mejor ser odiado o considerado antipático que objeto de lástima. El porteño se hace más porteño en Manhattan o Brooklyn, las chicas preguntan si bailan tango, los argentinos mienten sobre ese saber y a escondidas lo practican para caber en el estereotipo o incluso hacerse unos pesos fungiendo de profe arrabalero. En muchos salones de baile en el East Side, o los domingos en el Central Park se perciben argentinos que se enorgullecen al ver una multitud benettoniana danzando al ritmo del dos por cuatro y si se enganchan en alguna charlita hacen gala de argentinidad y portación de pasaporte como blasón o cierto posible derecho de pernada. El que no tomaba mate en Buenos Aires hoy no puede vivir sin Rosamonte y hace sus excursiones a Queens a comprar un sobrevaluado –y muchas veces seco– paquete de yerba. Quien no jugaba al fútbol, hoy corretea por los parques haciéndose un picadito y así. Durante el mundial, si no encuentra otros argentos con quien compartir se conforma con irlandeses o escoceses siempre dispuestos a bancar la albiceleste si de jugar contra Inglaterra se trata. Pero NYC no es Miami. El argentino de Nueva York no es el ejemplar miamense. Miami es y fue la meca del menemismo, el imaginario de triunfo, la Latinoamérica unida con música de Gloria Estefan de fondo. New York no, New York es otra cosa, y quien eligió Manhattan, Brooklyn o Queens también mira con cierta condescendencia al argento de Bal Harbor, Ocean Drive o Miami Beach. A continuación, un muestrario de alguno de los arquetipos de la abundante fauna argenta que por estos días pulula en las calles de la “cosmopolita” NYC:

Fauna Urbana Argentina Nuevayorquensis
El académico
Se lo encuentra en las cafeterías de la New School University, NYU, Columbia o Cuny. Luego de acumular becas locales e internacionales busca devenir argentino o latinoamericano profesional, como peronólogo, transicionólogo, globalizólogo entre otras posibles “logías”. Si se le anima a las grandes ligas hablará de temas universales, es decir, lo mismo pero sin dar tantos ejemplos concretos. Si el interesado tuvo pasado de izquierda en la UBA por ejemplo, hoy despuntará el vicio estando primero en la fila cuando de escrachar a Menem o Cavallo se trate o asistirá a toda forma de protesta política pacifista, si en la manifestación anti-Bush asiste Susan Sarandon o Tim Robbins, tanto mejor. Si su pasado es más de centro o derecha, tratará de asistir a cócteles propiciados por el consulado o la embajada argentina de estos lares. La académica (ver anterior) La chica académica es la chica correcta, la que siempre hizo los deberes, fue de izquierda alguna vez y aún cree seguir siéndolo. Se preocupa oficialmente e íntimamente por los desheredados de la tierra y se excita frente a la perspectiva de conocer otras chicas y chicos de otros países también preocupados por sus respectivos desheredados. Son fanáticas de la inclusión y la pertenencia. Son usualmente institucionalistas, amigueras, reunionistas, charlistas, y siglistas, carttas-de-recomendacionistas, contentas con el liberal estilo de relaciones de los jóvenes de NYC, igual buscan marido.

La chica bonita
A la chica bonita argentina, modelo o símil se la encuentra usualmente por Tribbeca o Soho, apertura de locales en Noho y Nolita, y en el Lower East o Williamsburg. Frecuenta como en Baires lugares de moda, y hace por lo general una vida muy similar a la de los años menemistas, aunque con menos vida loca y quizás alguna que otra aventura por los mundos más trascendentales, en forma de yoga, ayurveda, terapias alternativas, retiros espirituales, gurúes, dietas liquidas y alguna que otra causa humanitaria, ayudar a chicos en lugares lejanos, contribuir a la cura de alguna enfermedad, tipo cáncer de mama –las más conservadoras–, sida –las mas osadas– y hasta cuestionar el hambre las más revolucionarias. Conceptos importantes: armonía, equilibrio, independencia y búsqueda interior.

El gay
El gay argentino cuando llega a NYC la pasa realmente bien, no sólo anda dando vueltas por Chelsea admirando la hipertrofia muscular de los locales, sino que es aceptado y hasta encomiado de un modo que la pacatería del catolicismo argentino que se reproduce en las calles y en las mores no lo dejaba vivir en paz. Acá en NYC es distinto y se pasa del a proscripción a la prescripción, del ropero a la escena. Pero tanta represión argenta y tanta liberalidad americana no viene sin bemoles especialmente si el recién asumido tiene más de 25, el cambio puede ser demasiado radical y muy impresionante: “Sí mi amor”, “me encanta tu French Connection que compraste en sale”, “está muy bien tu mp3 de Chabela Vargas”, “me encanta todo Waters”. No mi amor, no mi amor, no soy un homofóbico, no importa, ya está, tranquilo, hablemos de otra cosa, sí, sí , ese chico que pasa ahí, en cueros está fuerte, sí mi vida, sí, si fuese mina me encantaría estar con él, pero no es el caso, ya, ya… ya entendimos que sos gay, no es necesario que aproveches cada oportunidad para dar a conocer tus preferencias sexuales... No, no me interesa a quién conociste anoche.

El broker
Trabaja obviamente en Wall Street, vive en Midtown, Upper West, Upper East, y los más cool se animan hasta Williamsburg o Brooklyn Heights en Brooklyn –por que le gusta un barrio con ‘artistas’. Se emplean para empresas como Dean Witters, UBS, Citigroup, y demás, su formación UBA/UB/UCA/Salvador más algún posgrado en Boston les da los requerimientos justos para redactar los informes regionales y reportar a sus superiores y clientes de un modo claro, pragmático, eficiente y efectivo. Saben lo que pasa en los mercados y tienen fluido contacto con periodistas, lobbistas, y hasta verdaderos “movers and shakers”. Siempre tiene buenas historias para contar sobre el 11 de septiembre, justo iban para allá, o ayudaron a alguien, o algo pasó, pero lo vieron de cerca, hay cierto goce en ese relato. Esta gente tiene pinta y buena ropa, mucho Boston educativo y recreativo, mucho Hamptons en verano, mucho Denver en invierno, están realmente preocupados por Argentina, y la tienen clara política y económicamente, leen mucho y manejan buena información. Son chicos menemistas que no se dicen menemistas. En realidad no lo saben, son menemistas “en sí”, no “para si”, el único menemista con conciencia de tal es el argentino de la especie miamense. Pero nunca el neoyorquino. Quizás fuera de sus circuito no saben muy bien a dónde ir, y sigan tozudamente, los menos perspicaces usando pantalones con pinzas, pero son bastante sofisticados y rápidos, leiditos, y viajaditos, se les escapan muy pocas, cosas, el único detalle de estos viajeros frecuentes, acumuladores de millas empedernidos, y cultores del upgrade de business a primera, es que dedican su vida a ver de qué modo pueden hacer más felices, ricos y cómodos, a aquellos cuya vida ya es cómoda, rica, y féliz. Si no fuera por ese pequeño detalle serían realmente encantadores.

Continuará….

8 comments:

Santiago said...

Sagaz, punzante, filoso, filósofo, buen observador.

Sofía said...

Hola, muy bueno el blog, sobre todo este artículo... Hace poco corté con mi novio yanqui, que vivía en New York. Por un tiempo consideré la posibilidad de mudarme para allá, pero no pudo ser.

Anonymous said...

me gusto tu escritura: EN TI MAS QUE TU. JUANA LA LOCA DESDE EL CHACO (ARGENTINA)

Anonymous said...

Me parecio super comico. Soy un gran fan de Argentina, pero no los portenos malucos como el que escribio esto.

Me doy cuenta que eres de aquellos que creen que la Argentina, tan hermosa que es toda, se reduce a la Recoleta. Aquellos que viven obsesionados por ser lo que no son y JAMAS seran.

Argentina es un pais tercer-mundista y creeme que no es por falta de potencial, sino por esa mentalidad y complejo de inferioridad que tienen.

Si, complejo de inferioridad porque esa obsesion que tienen con que sus abuelos hayan sido italianos (que hasta hace no mucho no eran considerados ni blancos en el mundo avanzado...aquel al que uds. aspiran) no muestra nada mas que inseguridad. Tal vez la misma razon por la cual Buenos Aires tiene la tasa de psiconalistas per capita mas alta del mundo.

Ojala que algun dia mis hermanos latinoamericanos de Argentina (si latinoamericanos, y si no me crees anda a mirar las villas miserias de tu ciudad portena) dejen de ser enganados por el anchor de la 9 de Julio y por es esplendor de una ciudad (o los pocos kms. cuadrados del norte) que ha sido construida por prestamos y promesas y miren su potencial a ver si salen del circulo vicioso en el que estan sumidos.

said...

HEy. Que divertido tu blog. Yo llegue hace poco a Brooklyn, me voy a quedar un largo tiempo, sola paseando y dibujando. Me encantaron tu fotos de flickr!

un placer conocerlo.

adriana said...

Hola!!! Mi nombre es Adriana y me dedico a realizar todo tipo de gestiones en Argentina, para Argentinos en el exterior. Les dejo mi mail y la dir del blog. Muchas gracias! adrianamagaciner@gmail.com
http://amsoluciones.blogspot.com/

tommy harley said...

saludos, muy buen blog. Mi sueño es ir a new york, pero quiero entrar con una visa de trabajo o encontrar uno alla para no tener que volverme a los 3 meses, asi que si saben de alguien que necesite personal, por favor avisenme, tengo un buen cv.muchas gracias. tommharley@live.com

Anonymous said...

Super interesante este blog! soy portena y nunca me la crei... nunca senti inferioridad alguna, sobre muchas verdades expuestas aqui...Tengo el trabajo de mis suenos en NYC. Graduada con honores de CUNY y UBA....y vivo en New Jersey!...ja!